Los niveles elevados de glucosa en sangre después de una comida estimulan una secreción excesiva y la liberación de insulina que conduce a situaciones cada vez más peligrosas para el estado de salud. Una de las principales causas de los altos niveles de glucosa después de las comidas se puede encontrar en la dieta moderna, que es rica en carbohidratos fácilmente digeribles y baja en carbohidratos no digeribles.

Para interrumpir el círculo vicioso que implica un aumento de los niveles de azúcar en sangre, aumento de la insulina, disminución de la sensibilidad a la insulina y activación de las vías metabólicas de transformación y almacenamiento de energía que se produce en el caso del sobrepeso y la obesidad, es posible combinar cambios en el estilo en la dieta a través del uso de productos naturales a base de complejos moleculares de polisacáridos indigeribles: Celulosa, Opuncia, Glucomanano y de los mucílagos de Malvavisco, Lino y Tilo.

La eficacia de estas sustancias se encuentra sobre todo en su capacidad para formar soluciones viscosas en el intestino. Una vez ingeridos, los polisacáridos no digeribles se unen al agua y forman una matriz viscosa similar a un gel, que produce una reducción en la velocidad de absorción de glucosa y, por lo tanto, una reducción de las concentraciones de glucosa en sangre después de una comida, favoreciendo la sensación de saciedad y el control del hambre, la disminución del peso corporal con la reducción de masa grasa y de la circunferencia abdominal

Es importante que estas sustancias se tomen antes de las principales comidas para que puedan encontrarse en el intestino a la vez que los alimentos y con abundante agua para favorecer la formación de gel viscoso.

En condiciones de sobrepeso y obesidad, las células del tejido adiposo al no gestionar todo el exceso de grasa liberan ácidos grasos libres (componentes básicos de las grasas) y moléculas inflamatorias a la sangre. Esto produce un bloqueo funcional, no solo de todo el tejido adiposo, sino también de otros órganos importantes responsables del metabolismo de las grasas como el hígado y el hipotálamo. De hecho, el hígado no puede gestionar todo el excedente de ácidos grasos liberados por los adipocitos y parte de los ácidos grasos se acumulan en él dando lugar a la condición de hígado graso o esteatosis hepática.

Los ácidos grasos libres liberados a la sangre también son detectados por el hipotálamo, un importante centro de control del metabolismo de las grasas, que registra esta señal como la manifestación de un estado de hambruna para el organismo que está reduciendo las reservas de energía al utilizar ácidos grasos en lugar de glucosa. El hipotálamo es "engañado" y reacciona paradójicamente ralentizando el metabolismo, induciendo un aumento de la sensación de hambre y fatiga.

Para interrumpir el círculo vicioso que se establece, puede ser útil utilizar algunas sustancias naturales como el Cardo Mariano para un buen funcionamiento del hígado, los ácidos clorogénicos, el Mate y los fenólicos del Té verde que estimulan el metabolismo a nivel central contrarrestando la inactividad debida al bloqueo metabólico causado por el engaño del hipotálamo.

En presencia de retención de agua, exceso de líquido en el interior del organismo, se producen toxinas, sustancias de desecho tóxicas creadas por el propio organismo (radicales libres) o introducidas en el organismo desde el ambiente externo, que a su vez pueden provocar el estancamiento de los líquidos, y por lo tanto retención hídrica. Por tanto, para favorecer una eliminación eficaz de líquidos debemos garantizar una acción tanto desintoxicante como drenante. En estos casos pueden ser útiles sustancias naturales como la Ulmaria y la Vara de oro que favorecen el drenaje de los fluidos corporales, el Galium que también actúa sobre las funciones depurativas del organismo y complejos moleculares de Rooibos y Vid Roja que ejercen una acción antioxidante.

Además, en el caso de sobrepeso, los vasos sanguíneos y linfáticos reducen su capacidad de drenaje y esto provoca edema e hinchazón que da como resultado una pérdida de la capacidad de eliminación de lípidos y proteínas. Los complejos moleculares del Trigo Sarraceno y Rusco son útiles para el bienestar vascular mientras que el Diente de león, la Vara de oro y el Ortosifón para el drenaje de los fluidos corporales. Por tanto, estos complejos moleculares favorecen la eliminación de líquidos y el metabolismo fisiológico del tejido adiposo; también devuelven los lípidos a la circulación, dejándolos disponibles para su uso y eliminación.